F. Bartolome,

HOY SE REALIZARÁ lo que pudo ser una consulta de revocación de mandato del Presidente pero que Andrés Manuel López Obrador y sus comparsas en el Poder Legislativo manipularon hasta convertirla en un carísimo apapacho para la vanidad del inquilino de Palacio Nacional.

AHORA que se sabe que desde la Presidencia se fijaron las cuotas de votos que se esperan de operadores políticos de la 4T, como gobernadores, senadores y diputados, no cuesta imaginarse al tabasqueño sentado en un trono como Tlatoani azteca esperando a que sus vasallos le rindan el tributo de las urnas.

Y VAYA que muchos de ellos están ansiosos de agradar a su jefe, pues su futuro político depende del músculo que demuestren hoy en el acarreo de ciudadanos a las casillas. Es el caso de Claudia Sheinbaum quien, tras su derrota electoral del 2021 en la CDMX, está urgida de demostrar que sí puede con el paquete para el 2024.

LO MISMO ocurre con secretarios de Estado como Delfina Gómez y senadores como Higinio Martínez que quieren ser gobernadores, y con diputados que buscan dar el brinco al Senado… y así hacia abajo en los diferentes niveles de la pirámide cuatroteísta en la que nadie da paso sin huarache.

AUNQUE el resultado de la consulta está cantado en favor de la permanencia de AMLO en su cargo, falta ver qué tanto lograrán sus huestes acercarse a la cifra que se pusieron como meta de 30 millones de votos, los mismos con los que el Presidente ganó la elección de 2018, o si al menos lograrán convertir en votos las 11 millones de firmas que presentaron al INE para convocar a la consulta.

Y NO SE necesita ser adivino para estar seguro de dos cosas: que sin importar el nivel de participación el tabasqueño dirá que el ejercicio fue un triunfo de la democracia… y que les echará la culpa a los consejeros electorales de todo lo que no salga como él quería.

CON LA SATISFACCIÓN del deber cumplido -lo que sea que eso signifique- el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, tomó ayer el vuelo AM-686 de la CDMX a Chicago.

QUIENES lo vieron con jeans y camisa de cuadros en su asiento de Business Class no pudieron más que sorprenderse de que no participará en la consulta de hoy a la que él mismo calificó como un «asunto de tanta trascendencia política». ¡Lástima!

OTRO que viajó ayer, pero a Los Ángeles, fue el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, a quien vieron con toda su familia en el aeropuerto camino a rentar un auto mientras en México se están tomando decisiones trascendentales para el futuro del país. Tal parece que en estos días la oposición vive… ¡pero en Disneylandia!

Fuente: reforma.com