LA X EN LA FRENTE

Moisés MOLINA*

El pasado viernes recibimos nuevamente la visita de nuestro paisano Alejandro González Bernabé en el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.

Vino, en representación del Poder Judicial de la Federación y del Consejo de la Judicatura Federal, a firmar un convenio con el Poder Judicial de Oaxaca en materia de formación jurídica profesional e innovación tecnológica. 

A partir de ahora, el acervo bibliográfico, los cursos, talleres, diplomados, especializaciones y posgrados que el Poder Judicial de la Federación organiza para sus miembros, la infraestructura y los profesores invitados de otras partes del mundo, quedan a la disposición de la comunidad jurídica oaxaqueña. 

Y es que el convenio no beneficia solamente a quienes trabajamos en el Poder Judicial del Estado sino a litigantes y estudiosos del derecho que desde siempre han tenido sinergia con nosotros. 

La justicia se construye en equipo y nadie que intervenga en sus procesos debe quedarse atrás.

Fue Couture el que dijo que el derecho se transforma constantemente y que si uno no sigue sus pasos, se vuelve cada día un poco menos abogado.

En México, el derecho se transforma cada semana con los nuevos precedentes y las tesis jurisprudenciales que marcan la pauta de las decisiones judiciales. 

Por eso, este tipo de convenios son imprescindibles en un sistema de justicia como el mexicano en que la omnipresencia de los criterios de los altos tribunales es indiscutible. 

Pero también fue materia del convenio la implementación de la famosa FIREL. 

La firma electrónica es la puerta de entrada al futuro de la justicia en México. 

Y en el Poder Judicial Federal opera con mucho éxito desde hace ya algún tiempo, mientras en Oaxaca, por las razones que sean, seguimos de espaldas a los adelantos tecnológicos que harían posibles procesos judiciales más ágiles y a distancia.

Ante la enorme brecha presupuestal, se tiene que echar mano de imaginación y trabajo en equipo. 

Y este convenio abre la posibilidad de que juzgadores y litigantes usemos la infraestructura tecnológica y el expertise de la Judicatura Federal en la materia. 

De modo que más temprano que tarde tengamos un sistema de justicia en donde un abogado desde otra región u otro estado pueda promover e incluso comparecer en audiencia a través de su teléfono celular o una computadora. 

Son pasos significativos que nadie se había animado a dar en el pasado y que hoy son una realidad. 

La pandemia nos dejó muchas cosas malas, pero también un salto tecnológico que de otro modo hubiera sido impensable. 

Hoy se trata de incorporar todos esos adelantos a nuestras actividades productivas para hacer todo más rápido y mejor.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia.