Por: Josefina Vásquez Mota

Cuando en política los proyectos personales están por encima de los gobernantes, todas y todos perdemos, porque nada es relevante, urgente, ni atendible más que los deseos de quien o quienes están en el poder.

Por eso los asesinatos, atentados y las amenazas contra periodistas no tienen importancia, no son prioritarios ni forman parte de la estrategia de seguridad.

Es más fácil deducir de forma simplista que los atentados y advertencias en contra de las y los periodistas son para afectar al gobierno en turno, que asumir la responsabilidad de garantizarles la vida y la realización plena de su trabajo, que es nada más y nada menos que la de informar

Continuar descalificando y señalando desde el púlpito mañanero lo único que provoca es que tanto las y los periodistas, como los medios de comunicación, sigan en la mira de quienes atenta contra ellos sin pudor.

Debería ser preocupante que en lo que va del año, han sido asesinados 17 periodistas, casi el doble de los periodistas que han perdido la vida en la guerra de Ucrania, ocho para ser exactos.

Los oídos sordos desde Palacio Nacional han dejado en la indefensión a las y los periodistas, porque de nada ha valido que justo en las mañaneras, ellos y ellas tomen el micrófono para advertir que están en peligro, pues meses, semanas o días después, son asesinados, ahí está el caso de Lourdes Maldonado.

La subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, ha señalado que desde diciembre de 2018, cuando comenzó el gobierno de López Obrador, hasta octubre de este año, han sido asesinados 63 periodista.

La organización Artículo 19 ha mencionado que los ataques a la prensa desde la Presidencia han incrementado en 85%, es decir que en los tres años de gobierno el presidente ha atacado a las y los periodistas mil 945 veces.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) consideró que las críticas del presidente a la prensa abonan a un “clima de descomposición” y violencia en un país que suma 17 periodistas asesinados en lo que va de año.

Sin embargo, el presidente ha dicho: “si no salieran a atacarnos con estos reportajes, no estaríamos hablando de estos temas, y mucha gente se quedaría con la idea de que el periodismo es como el castillo de la pureza. Entonces tenemos oportunidad de confrontar”.

Bien lo dice el periodista y escritor mexicano, Juan Villoro, en México se “mata a quienes buscan la verdad”.

Por eso es que no solo hago una llamado a las autoridades a garantizar la vida de las y los periodistas, sino también su seguridad, porque la labor que ellos hacen no es para menos, es fundamental para nuestra democracia.

Callar la verdad matando a los periodistas no es la salida, la salida es protegerlos de quienes los acechan, los persiguen, amenazan y los asesina, la expansión del crimen organizado, la corrupción y la impunidad son elementos suficientes para acabar con su vida.

Hoy como nunca exigimos a las autoridades pertinentes proteger y garantizar la libertad de expresión, de información, pero sobre todo, cerrarle el paso a los atentados contra el Periodismo.

Pd: Cierro este artículo deseándoles con mucho cariño una extraordinaria Navidad y un gran cierre de año, que el 2023 sea venidero.
@JosefinaVM