Por: Sandra Villafuerte

“El peor enemigo de una mujer es otra mujer” es una frase muy fuerte que afecta la relación que podría nacer entre algunas mujeres, porque muchos años de patriarcado nos ha enseñado a que tenemos que competir con otras para lograr obtener lo que anhelamos.

“El peor enemigo de una mujer es otra mujer” es una frase muy fuerte que afecta la relación que podría nacer entre algunas mujeres, porque muchos años de patriarcado nos ha enseñado a que tenemos que competir con otras para lograr obtener lo que anhelamos (llámese cargos, trabajos, roles sociales, etc.)  y si nos lo arrebatan somos enemigas a morir, sin embargo por eso surgió el movimiento de SORORIDAD para promover la solidaridad, porque hoy en día hay mujeres que rompen todos esos estereotipos, mujeres valientes que en vez de ser rivales han decidido ser aliadas, sororas, porque han entendido que si no te unes a otras, la inequidad prevalecerá y las injusticias seguirán como una sombra al género.

Este próximo 8 de marzo, no hay nada que celebrar por toda la cantidad de feminicidios, violencia y acoso que sigue existiendo sobre todo en áreas laborales, sin embargo este es un momento de reflexión para voltear a ver las historias de esas mujeres invencibles, solidarias, sororas  que están dejando un legado importante y están mandando un mensaje a las nuevas generaciones de que todo esfuerzo, toda lucha, vale la pena, porque fueron y son mujeres seguras, autosuficientes, o que se han unido con otras para lograr juntas solucionar un problema social.

De ahí por ejemplo que podemos hablar de Carmelita Torres una joven de apenas 17 años que encabezó las primeras protestas en contra de Estados Unidos y sus políticas migratorias, los mexicanos tenían que despojarse de sus ropas, sus cuerpos desnudos eran rociados con productos químicos para eliminar posibles piojos, entonces ella convenció a otros trabajadores y migrantes para alzar la voz en contra de esas injusticias.

O también la historia de  Katya Echazarreta, la primera mujer mexicana y la estadounidense más joven en llegar al espacio, fue seleccionada entre 7 mil solicitantes de 100 países distintos para participar en un viaje a más de 3 mil 200 km/h y nada impidió que lo lograra.

Podemos mencionar así mismo a Karen Díaz la primera árbitra mexicana en un Mundial espacios que solo eran para hombres o  también la mexicana Diana Flores Arenas de flag football y su participación en el Super Bowl LVII con la campaña Run with it, donde solo se ubican artistas de talla internacional.

Y lo que nos ha enseñado Dina Adriana Cardoso Salvador, una joven indígena, que se tituló de la Universidad Pedagógica de Morelos presentando una tesis totalmente escrita en náhuatl, recordándonos que las mujeres indígenas a pesar de toda su situación de pobreza y que son tres veces más violentadas, se abren paso pese a las adversidades.

No podemos dejar de mencionar a la joven Greta Thunberg  “cuentan que la primera vez que oyó hablar del cambio climático fue en 2011, cuando tenía ocho años, y a pesar de padecer síndrome de Asperger, encabeza hoy en día bloqueos siendo considera un icono de la lucha contra la crisis climática.

Somos históricas porque aquí en Tabasco, las mujeres pese a todo y contra todo, llámese el cambio climático, la política, las leyes, el patriarcado, están dejando un legado y poniendo muy alta la vara para otras, cómo Lupita Vidal, Nelly Cordova, Paula Malagón, Gudelia Delgado, Naty Pérez, Marissa Perea y muchas otras mujeres que desde sus trincheras lo están logrando, son un gran ejemplo a seguir, pero necesitamos ser más sororas, aprovechar el momento que estamos viviendo históricamente, en donde vemos más mujeres en puestos claves, para mantener esta lucha para acabar con la violencia y la discriminación por el solo hecho de haber nacido mujer.
@lavillafuerte23