Primera presidenta de México
Por: Maurício Valdés R
El próximo 1 de octubre se inicia una nueva época para nuestro país. Por primera vez en 200 años tendremos una mujer científica de presidenta: Dra. Claudia Sheinbaum. A mi me genera, desde antes de su candidatura, la máxima simpatía. Le aplaudí varias políticas en su paso por el Gobierno de la CDMX. Espero avances muy importantes en las políticas gubernamentales exitosas iniciadas por el Presidente López Obrador para el Segundo Piso de la Cuarta Transformación. Destacan la Política Social, Política Económica, Política Fiscal, Política Energética, Política Laboral, Política de Transporte Ferroviario, Política de Comunicación Gubernamental, entre otras.
Tiene desafíos y oportunidades en la Política Educativa, Política de Salud, Política de Seguridad Interior, Política Exterior, Política Hidráulica, Política Pesquera, Política Alimentaria, Agropecuaria, Ganadera y Forestal, Política de Transporte Aéreo, Política Marítima, Política de Telecomunicaciones, Política de Desarrollo Rural, Política de Desarrollo Urbano e Infraestructura, entre otras.
Esperemos que la oposición se recupere de su enorme desprestigio, para bien del próximo gobierno. México necesita una oposición crítica, constructiva, como alternativa de gobierno siempre hace falta, evita, entre otros males, conflictos al interior del equipo y fuerza política y es canal de inconformidades que siempre existen. Como señalaba Jesús Reyes Heroles: lo que resiste, apoya.
La Presidenta Sheinbaum ha delineado el rumbo de su gobierno en el Documento “100 pasos para la transformación”. En el se proponen Ejes: Economía Moral, Disciplina Fiscal y Financiera; Desarrollo con Bienestar y Perspectiva Regional; Innovación Pública; Derechos Sociales, Bienestar y Reducción de la Desigualdad; Derecho a la Salud; Derechos de las Mujeres; Pueblos Indígenas y Afroamericanos; Soberanía Energética para el Desarrollo Sostenible; Desarrollo Rural y Soberanía Alimentaria; Medio Ambiente, Agua y Recursos Naturales; Gobierno, Paz, Seguridad y Justicia; Política Exterior; Educación, Ciencia y Cultura; Diversidad y Patrimonio Cultural; Fortalecimiento de la Democracia y Gobierno Honesto. El contenido de este documento seguramente guiará la integración del Plan Nacional de Desarrollo.
Esto implica la continuidad en la forma austera de gobernar, con su estilo propio de una mujer científica y de un equipo de profesionales. Impulsará el cambio de modelo de desarrollo, separando poder político del poder económico. Apreciaremos la creatividad y la innovación del modelo de Humanismo Mexicano, apropiado para la etapa histórica y desarrollo del país.
Fuentes:
@MauricioTexcoco
milenio.com