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Por: Gildardo Mota

Primero fue una plaga que hace años mermó la producción de agave, posteriormente la falta de empleo propició el flujo migratorio de habitantes hacia los Estados Unidos de Norteamérica, hasta hace pocos meses los tequileros de Jalisco dejaron de saquear el maguey, actualmente la construcción de la supercarretera que conectará a Oaxaca con el Istmo de Tehuantepec y la indolencia del Gobierno del Estado se han convertido en los obstáculos para que la agencia de San Pablo Lachiriega, perteneciente al municipio de San Pedro Quiatoni, se consolide como un pueblo productor de agave y mezcal.

La indiferencia y frivolidad de funcionarios de las Secretarías de Economía y Desarrollo Turístico, Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura, así como de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos, han propiciado que pueblos como San Pablo Lachiriega no sean integrados a estadísticas oficiales y menos incorporados a programas que impulsen la producción de agave y mezcal.

La construcción de la supercarretera Oaxaca-Istmo sólo ha generado riesgos de accidentes, pues el uso de explosivos para abrir el camino por parte de la constructora Ingenieros Civiles y Asociados,  han propiciado derrumbes en la zona y la contaminación de pozos y arroyos, pobladores citan que  algunas bestias de carga ya han fallecido a causa del consumo de agua contaminada; según entrevistados por este medio informativo, en promedio por cada dos semanas se realizan de 10 a 12 explosiones.

El complicado escenario que enfrentan los productores de agave y mezcal de San Pablo Lachiriega los convierte en presas fáciles de compradores que les ofrecen hasta 5 pesos por litro de la bebida, razón por la cual algunos de los productores locales aceptaron vender su agave a los tequileros, pues el kilo llegó a pagarse en 3 pesos.

A invitación de productores, el Consejo Regulador del Mezcal acudió el 12 de octubre a San Pablo Lachiriega, con el fin de impulsar acciones que permitan reactivar la producción de agave y mezcal en la zona, así como iniciar el proceso de certificación para promover la venta de esta bebida en los mercados nacional y extranjero.

Por lo pronto, el titular del CRM, Hipócrates Nolasco Cancino y un grupo de colaboradores iniciaron la elaboración de un diagnóstico en San Pablo Lachiriega, el cual contendrá información real y amplia sobre los productores de agave y mezcal, con el fin de incorporarlos a la ruta del desarrollo.

San Pablo Lachiriega se ubica a casi 120 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, se conforma por  más de 1600 pobladores, quienes en su mayoría se dedican a la producción de agave y mezcal, en esta agencia existen 14 palenques.

Raymundo Zárate Gómez, Ignacio Santiago Reyes, Tomás López Ángeles y  Paulino Zárate son algunos de los productores de agave y mezcal que tomaron la iniciativa de solicitar el apoyo del CRM para iniciar el proceso de certificación y buscar enlaces en instancias federales, pues las locales están totalmente ajenas a la problemática en referencia, razón por la cual mediante un programa de la Dirección General de Normas, podrían alcanzar la calificación de calidad.

Actualmente los productores de agave y mezcal de San Pablo Lachiriega comercializan la bebida en pueblos cercanos, carecen de enlaces en la ciudad de Oaxaca y en otras entidades, aunque su producto es de calidad, en el mercado local no se aprecia su proceso artesanal para su producción.

La certificación del mezcal de San Pablo Lachiriega, lo pondría en el mapa mezcalero, en el cual estaban ausentes hasta su encuentro con el CRM, esto permitiría su introducción en el mercado nacional, según declaración de Nolasco Cancino, así como el posible enlace con dos o tres compradores en el próximo año quienes podrían impulsar su exportación en breve tiempo.

Por lo pronto, el pueblo de San Pablo Lachiriega abriga la esperanza para consolidarse como un pueblo productor de agave y mezcal de calidad, cuya actividad se convertiría en el detonante de desarrollo para la zona.