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* Los ciclos de la naturaleza dejan en evidencia la falta de respeto y la anarquía que prevalece en la Zona Federal Marítimo Terrestre.

 

José Luis Sarmiento Gutiérrez

 

San Pedro Pochutla, Oax.- En este año y conforme vayan pasando los meses, el llamado Mar de Fondo será un fenómeno cotidiano en las costas del océano Pacífico de México y seguirá causando estragos, luego de que sus primeros efectos dejaran afectaciones millonarias en actividades comerciales, turísticas y pesqueras en la costa de Oaxaca.

Generado por corrientes de agua fría provenientes de La Antártida que se encuentran con aguas templadas de la zona Ecuatorial, el Mar de Fondo se presenta cada año, pero su intensidad varía de acuerdo a la temperatura del océano, los vientos y la presencia de tormentas mar adentro.

Según los expertos, el Mar de Fondo se intensifica cuando coincide con el fenómeno de “El Niño”, que consiste en el aumento en la temperatura del mar, pero no se trata de olas enormes como las de un Tsunami —que es provocado tras un fuerte sismo en las placas tectónicas de las profundidades—, sino de mareas que recuperan las costas que alguna vez ocuparon.

En este escenario, durante los primeros días de Mayo las banderas rojas hondearon en las principales playas del litoral oaxaqueño por la alerta del Mar de Fondo, que en un primer balance del gobierno del estado dejó daños diversos en 363 comercios y 73 viviendas, además de personas ahogadas que se aventuraron a nadar entre las fuertes corrientes.

Las mayores afectaciones se registraron en las playas de Mazunte, San Agustinillo, Ventanilla, Agua Blanca, Escobilla, Zipolite, Zapotengo, La Boquilla, El Vigía, Puerto Ángel, Colonia la Mina, Roca blanca, Cerro Hermoso, Zicatela, Barra de Colotepec, Puertecito, San Pedro Mixtepec, Puerto Escondido, Santa María Huatulco, Boca Vieja y El Maguey.

Durante un recorrido por algunas de las zonas siniestradas, se pudo constatar que los apoyos ofrecidos por las autoridades estatales y federales no habían llegado a los damnificados.

Y es que la Declaratoria de Emergencia, no de Desastre, que emitió la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para seis municipios de la costa, sirve únicamente para el reparto de despensas, agua potable, cobijas, colchonetas y otros apoyos similares, que no subsanan los daños a los comercios ni las viviendas y que tampoco sirven para reactivar la actividad turística.

En la franja costera que comprenden los municipios de Santa María Tonameca y Pochutla, desde la laguna de Ventanilla -donde se ubica la Unidad de Manejo Ambiental que exhibe cocodrilos, mamíferos y aves-, hasta playas como Mazunte, San Agustinillo, Zipolite y Puerto Ángel -que tienen turismo todo el año-, no se observaron visitantes, salvo algunos extranjeros que ya se encuentran en calidad de residentes.

En el Centro Mexicano de la Tortuga de Mazunte, dos de las bombas para inyectar agua de mar a las grandes peceras de la exhibición y centros de reproducción de quelonios, quedaron totalmente averiadas y una semana después de la primera entrada del Mar de Fondo, no había ningún tipo de acción para su reparación.

En la playa de Zipolite, algunos de los principales restaurantes de la playa permanecen completamente derrumbados y semi-enterrados, luego de que el mar recuperara su territorio. Una de las principales vialidades adoquinadas y el área de estacionamiento están bajo varias capas de arena.

Por su parte en Puerto Ángel, además de los restaurantes y palapas afectadas, permanecen en la playa decenas de lanchas y los pescadores no han podido desarrollar sus actividades para ganarse la vida y la de sus familias, por el constante cierre del puerto a la navegación.

En esa emblemática playa de la costa pochutleca, donde se consiguen habitualmente frescos pescados de una gran variedad de especies a bajo costo, las pescaderías permanecen vacías, donde no pueden ofrecer ni siquiera el sabroso Barrilete, que muchas personas desprecian por su oscura carne.

 

Cocodrilos prófugos en Zapotengo

 

Aunque se podría pensar que el #MarDeFondo -cuyo término se convirtió en una tendencia en redes sociales-, afecta sólo las playas, en la costa de Oaxaca fue más allá.

En la comunidad de Zapotengo, perteneciente al municipio de Pochutla, las corrientes marinas inundaron y desbordaron la laguna de la población, provocando que decenas de Cocodrilos tuvieran acceso a zonas habitadas por familias de pescadores y campesinos.

Además, la entrada del mar con grandes cantidades de arena, produjo que la bocabarra quedara cerrada, por lo que el agua salada revuelta con la dulce estancada empezó a despedir fétidos olores y varios de los pozos que surten del líquido vital a la población quedaron inservibles.

La propagación de grandes cantidades de mosquitos en charcas estancadas que pueden propagar enfermedades como el Dengue y Paludismo, fue otro de los problemas por la crecida de la laguna, lo que inclusive obligó al fotógrafo de este medio de comunicación a salir huyendo de la zona.

Ante el riesgo de posibles ataques de los reptiles a las personas o enfermedades por el agua estancada, el presidente municipal Raymundo Carmona envió maquinaria para abrir la bocabarra y bajar el nivel de la inundación, lo que además permitió que los Cocodrilos regresaran a sus hábitats de costumbre.

Sin embargo, decenas de familias de Zapotengo que no tienen viviendas ni negocios en la playa, resultaron siniestradas por la inundación de agua salada que devastó más de 15 hectáreas sembradas con plátano y palma de coco, además de una gran variedad de mangos, que son parte fundamental de su sustento económico y consumo familiar.

 

Anarquía en la Zona Federal

 

La entrada del fenómeno durante el mes de mayo exhibió la falta de respeto que se tiene en Oaxaca hacia los 20 metros por encima de la última marea o la más alta de ellas, que comprenden la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT), adjunta a los terrenos granados al mar.

Una verdadera anarquía y complicidad entre las autoridades de los Comités de Zofemat en cada uno de los destinos turísticos con particulares, hoteleros, restauranteros y comerciantes, dejó en evidencia de que muchos de los hoy llamados “damnificados”, habían construido dentro de este territorio que, como se pudo apreciar, pertenece únicamente al mar.

Este organismo que debe vigilar la aplicación de la Ley de Bienes Nacionales durante décadas ha entregado de manera poco transparente concesiones para la utilización y aprovechamiento de la zona federal adyacente al mar, por lo que cada que se presentan fenómenos naturales las afectaciones no se hacen esperar.

El presidente municipal de Pochutla, Raymundo Carmona, explicó que la asamblea general de bienes comunales de cada demarcación es la que debe autorizar y tramitar las concesiones para zona federal en beneficio primero de los comuneros, en segundo de los avecindados y en tercero de quien así lo solicite.

Precisó que en todo lo relacionado con arroyos, ríos o mares, los únicos facultados para otorgar permisos son la Comisión Nacional del Agua CONAGUA), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), a través de los comités de Zofemat.

“Durante años se han hecho negocios en la Zofemat, por personas que a pesar de no cumplir con los requisitos construyen dentro de la marea más alta y no respetan los 20 metros de derecho, lo que da pié para que los demás también se instalen cerca del mar, colocándose en zonas de riesgo”, criticó.

Consideró que en estos casos de siniestro la responsabilidad es compartida, por quien solicita la concesión y no respeta la zona federal, pero además, por quien autoriza sin medir las consecuencias, que es el comité de Zofemat así como la Semarnat y la Profepa que no actúan para clausurar las obras.

Carmona Laredo consideró que las autoridades federales deben garantizar el respeto a la zona federal para evitar impactos con fenómenos como el Mar de Fondo, cuyos efectos más fuertes están pronosticados para los meses de Junio y Julio.

La Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), emitió la Declaratoria de Emergencia para los municipios de San Pedro Pochutla, Santa María Colotepec, Santa María Huatulco, Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, Santa María Tonameca y San Pedro Mixtepec.

El Gobierno de Oaxaca de conformidad a los Artículos 3, 8 y 9 de los lineamientos del Fondo para la Atención de Emergencias (FONDEN), solicitó en tiempo y forma a la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), la declaratoria de emergencia para atender ocho municipios de la entidad.

 

 

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