* Se estima que en el país existen más de 3 millones de infantes que trabajan, mientras que en Oaxaca la cifra alcanza casi 160 mil.

Nereida González

En Oaxaca el trabajo infantil, deriva muchas veces en explotación laboral; sometidos en las “peores formas” de empleo, los niños y niñas oaxaqueños, quienes apenas hablan el español, trabajan largas horas en la calle, en el campo y en algunos comercios, para ganarse apenas la comida del día y unas cuantas monedas para llevar a casa.

Norberto no recuerda a que edad empezó a trabajar vendiendo fibras para lavar trastes, ganchos y mecates en las principales calles de la Colonia Santa Rosa Panzacola, de la capital oaxaqueña. “Ahorita tengo 10 años, pero no me acuerdo cuando fue la primera vez que salí a vender”, dice.

Sentado en los escalones del puente peatonal de la colonia, les grita a los peatones:

— ¡fibra seño, lleve sus fibras!

Las personas apenas voltean y se hacen a un lado para no pisar su mercancía.

El vaivén de las personas ante la mirada de Beto, como le dicen de cariño, es desconsolador, ante la falta de interés por comprarle una de las ocho fibras de colores para lavar los trastes que tiene frente a él.

— ¡A 5 pesos las fibras seño!, vuelve a gritar…

Así trascurre el día de un niño que tiene otros hermanos que también trabajan en lo mismo, y que tienen que vender para poder comer, sólo para comer, porque para vestido y calzado no le alcanza, mucho menos para ir a la escuela.

 

Cifras alarmantes

 

De acuerdo con datos del INEGI se estima que en el país existen más de 3 millones de infantes que trabajan, de esta cifra, el 39.1 por ciento, es decir, 12 millones no asiste a la escuela. Las actividades agropecuarias, el comercio y los servicios son los sectores económicos en los que más participan los niños y niñas.

Por su parte la Secretaría de Trabajo de Oaxaca (Setrao), dio a conocer que en el Estado trabajan 158 mil 340 niños, niñas y adolescentes de entre los cinco y 17 años de edad,  del cual 50 mil tienen alrededor de 14 años lo que representa el 31.5, de esta cifra, 43 mil 241 no debería de trabajar por no contar la con la edad mínima que requiere la ley.

Ante esta situación, el Poder Ejecutivo, a través la Setrao,  implementó  un Grupo Intersectorial para la Erradicación del Trabajo Infantil del Estado de Oaxaca, con el objetivo de regularizar la grave explotación en lo que están sometidos los menores en la entidad, y no sólo infantes oaxaqueños, sino también provenientes de otros estados como Chiapas.

Y es que en otros países se permite el trabajo infantil, pero esos menores cobran igual que los adultos por desempeñar funciones similares, además de que no se les coarta el derecho a acudir a la escuela.

 

La ayuda

 

El Centro de Apoyo al Niño de la Calle de Oaxaca, A.C (CANICA), trabaja para erradicar el trabajo infantil, pero el panorama no parece muy alentador, ya que la labor de los infantes va en aumento y esto acrecienta más en temporadas turísticas.

De acuerdo con datos proporcionados por CANICA, en temporadas vacacionales el trabajo infantil crece hasta un 40 por ciento, donde los niños van solos o acompañados por adultos a recorrer las calles en busca de una moneda.

“Nos hemos acostumbrado a ver a trabajar a los niños al servicio de los adultos en una lógica de mercado, pues los niños se convierten en sujetos que favorecen las ganancias a muy bajo costo laboral”, menciona CANICA en su página web.

Ante este escenario, la Asociación Civil sin fines de lucro, establece que se debe realizar un cambio en la conciencia social; de nada sirven los foros y conferencias si como ciudadanos no se compromete y no se cumple con los deberes que deben de contar los niños y niñas.

En cuanto a las empresas socialmente responsables, recordarles que no se trata solo de filantropía, sino asegurar que se cumplan las leyes e impere una cultura de cero tolerancia hacia el trabajo infantil en la cadena de valor de la empresa, instituye CANICA en su lucha por ayudar a los niños que trabajan diario en la calle sin importar las inclemencias del tiempo.

Más estadísticas

PARAMETRÍA, empresa dedicada a la investigación y estadística, reveló un dato preocupante, tras una encuesta realizada en la sociedad Mexica, donde el  38 por ciento dijo que no estaría dispuesto a denunciar ante las autoridades algún caso en el que un menor de 14 años trabaje, mientras que el 58 por ciento dijo que sí lo haría y el otro 4 por ciento no contestó.

Además de los datos sobre cómo la sociedad mexicana concibe al trabajo infantil, existe la percepción de que hay pocas acciones gubernamentales para proteger a los niños de ser explotados laboralmente.

Únicamente 31 por ciento dijo que el gobierno está haciendo lo necesario para proteger a la infancia de ser explotada laboralmente mientras que el 64 por ciento respondió que no se está haciendo nada y el 5 por ciento no sabe.

Ante este panorama, es necesario que la sociedad sea más participativa y consiente, que el gobierno impulse las políticas públicas que aseguren su abolición. De lo contrario los niños y niñas seguirán expuestos a malas condiciones laborales, abandono escolar, explotación y a la violación de los derechos humanos.