Por Paola Garate.

No se han tenido noticias sobre el proceso de investigación del asesinato de Luis Enrique Ramirez, lo que sí hemos tenido es mucho circo en Gobierno del Estado.
Para abanderar gobernabilidad con libre expresión, se necesita mucho camino, congruencia y acciones contundentes de las cuáles no surjan más dudas. 
Esta semana a las y los secretarios de Estado les llegó un frío recordatorio de lo que es la libertad de opinión y que en ella se incluye el derecho a no ser molestado por el ejercicio de sus funciones.

El ahora exsecretario de salud Héctor Melesio Cuén Ojeda tiene interpuesta dos denuncias por «haber ejercido de manera arbitraria y abusiva la libertad de expresión y el derecho a informar’, una de ellas contra quien fuera columnista de esta casa editorial, Luis Enrique Ramírez (QDEP) y otra contra la Secretaria de Mujeres Tere Guerra. 

La decisión del gobernador de remover de su cargo a quienes no acataran la indicación de formular legal desestimiento a sus denuncias, es una acción que evidentemente le suma más fuerza ante los conflictos internos en su gobierno, de los cuales Cuén había sido protagonista. 

De esta forma, se supondría que reafirma el compromiso con la protección del ejercicio del periodismo en Sinaloa y, por el contrario, parece un aprovechamiento de la lamentablemente situación ocurrida con nuestro compañero columnista para ponerle fin a las confrontaciones con el dirigente del PAS y que se note el poder que tanto les gusta presumir. 

La cuestión aquí es que seguimos necesitando más respuestas ante el caso de Luis Enrique, que se esclarezca el caso y no se siga aplazando la urgencia de hacerlo. Eso sí es demostrar que al gobierno le importa saber qué pasó, darle certeza a quienes ejercen la profesión de informar y paz a quienes se sienten vulnerables por lo ocurrido.

Más allá de ese despido y de las demás renuncias que puedan darse, lo que se espera son mejoras; en la Secretaría de Salud donde existen graves rezagos y problemas con la planta laboral, hospitales sin equipamiento necesario y desabasto de medicamentos, que afectan a la población más vulnerable, así como en todas las demás áreas y secretarías.

Es urgente que el gobernador cumpla con todo lo que en campaña prometió, resultados que, a más de medio año de su gobierno, brillan por su ausencia.

Eso esperamos, muchas respuestas y resultados.